Essential CBD Extract, experiencia de uso real

Historia de mi ansiedad

Mi nombre es Carlota, y desde que tengo uso de memoria he sufrido de ansiedad. El problema es que, cuando eres más joven, no te das cuenta de que algo va mal. Piensas que esa sensación constante de nervios, la sudoración en las manos, la garganta seca y el miedo que nunca desaparece son cosas normales, cosas que se superan con la edad. Me recuerdo con 17 años pensando que solo es una cosa típica de adolescentes, de todas formas, en las películas siempre se ve como a esa edad es difícil sentir se bien con tanto estrés; exámenes, los chicos, los bailes, las fiestas, la presión en casa, las decisiones por el futuro…

La cuestión es que la manera que yo me sentía iba, lamentablemente, mucho más allá de lo normal. Porque estos sentimientos de ansiedad que son normales en cualquier persona, en mi se amplificaban, llegando al punto en que situaciones específicas me dejaban completamente paralizada, llevándome al punto en que casi no podía respirar; sentimientos difíciles me dejaban sin poder conciliar el sueño durante noches enteras, sin lograr sacarlos de mi cabeza durante el día; pensamientos imposibles de evadir, llenos de cosas negativas y de la sensación de que algo terrible estaba a punto de suceder en cualquier momento… 

Cuando cumplí 18, yo le conté a mis padres; no puedo decir que no se preocuparon, pero más que acompañarme para buscar ayuda, me estuvieron de acuerdo en que se trataba de algo referente con el estrés. Tenían razones para pensarlo, por aquella época estaba a punto de entrar a una universidad importante, y el estudiar tanto me tenía deshecha. Por lo tanto, decidí hacer como ellos y no prestarle atención, pensando que esto se detendría. 

Pero luego vino la universidad, que era incluso mucho más demandante y estas sensaciones se amplificaron. En ocasiones pensaba que al terminar y encontrar un buen trabajo, todo terminaría. Pero con el pasar del tiempo me di cuenta de que era ilógico pensar que este sentir era normal; yo no veía a los chicos a mi alrededor paralizados de repente o sudando de forma desmedida; tampoco los veía sintiendo que les faltaba el aire o con un aspecto desesperado constante. Así que antes de que todo empeorara, decidí ir a un médico.

Primera visita al médico

Yo pensaba que se trataba únicamente de algo físico pero, luego de contarle mis padecimientos a un médico internista, él rápidamente me remitió a un médico psiquiatra: «Me parece que se trata de un cuadro de ansiedad», me dijo. Tenía razón.

Ansiedad social

Con el psiquiatra hablé un poco más, y le conté sobre todas estas sensaciones, sobre cómo habían afectado mi vida hasta ese momento y cómo tenía miedo de que esto pudiera afectarme en el futuro. Luego de la hora que hablamos me dijo que tenía que hacerme unos exámenes para descartar algunas cosas, pero él ya sabía que yo tenía ansiedad y que, peor aún, tenía constantes ataques de pánico. El resultado, me medicaron con Alprazolam, un potente ansiolítico.

Medicación

Comencé a tomarlo según las indicaciones del doctor. Era verdad lo que me dijo; la sensación de miedo, la falta de aire, el sudor, el terror, todo comenzó a desaparecer. Pero, como sucede con estas medicinas, no solo desaparecieron esos problemas, sino que desaparecieron muchas de mis capacidades. Antes del Alprazolam, a pesar de las horribles sensaciones constante, tenía energía para hacer las cosas, solo que debía pelear en contra de lo que sentía; pero bajolos efectos del ansiolítico, ya no sentía nada. Absolutamente nada. Era como  si estuviera muerta, con los ojos a medio abrir, sin poderme mover rápido, sin poder hilvanar una línea de pensamientos, sin poder estudiar, prácticamente sin poder hacer nada. El doctor ciertamente me dijo que iba a desaparecer y desapareció, pero lo hizo porque me llevó consigo. Ya no era yo y eso me hacía sentir terrible, tan terrible que me dije que no podía tomarlas.

Por qué el CBD?

Así se lo hice saber al doctor, cuando volví a su consulta un mes después. Él me preguntó si quería cambiar de ansiolítico.

—No —le dije —, quiero algo que me ayude pero no algo que me haga dejar de ser… yo. Quiero algo que me permita estudiar, pensar y hacer cosas. No quiero que la ansiedad y el pánico desaparezcan si con ellos desaparecen todos los demás sentimientos.

El doctor suspiró y me miró seriamente, luego revisó mis exámenes y volvió a mirarme.

—Bueno, hay otra forma —me dijo—, no es lo usual pero a algunos pacientes les ha dado buenos resultados. 

Fue ahí cuando me recomendó el aceite de CBD, o cannabidiol.

Cuando él me dijo CBD, le pregunté qué era eso. El CBD es un compuesto que se encuentra en el cannabis, me dijo. Recuerdo mirarlo extraña y pensar: ¿En serio el doctor me va a recetar algo que tiene que ver con marihuana?

Pero no, no era marihuana, según me enteré después. De hecho, poco tenía que ver con la droga psicoactiva; se trataba de un tratamiento vanguardista, simple y que había ayudado a muchas personas alrededor del mundo. 

Yo estaba cansada y simplemente acepté para intentar y ya está, aunque creía que no iba a funcionar.

Essential CBD Extract – primeras días de tomar

Probé con Essential CBD Extract, un aceite bastante popular y bien conocido en Latinoamérica, que se puede comprar online y recibir a domicilio dentro de pocos días.

Lo probé consumiéndolo en gotas, directamente, aunque me habían recomendado que lo colocara en alguna comida o en alguna bebida. Puedo decir que, en primera instancia, lo que sentí fue mi estómago removiéndose; ya me habían advertido sobre eso, que los primeros días iría mucho al baño porque el aceite rico en CBD depura el organismo. Pero más allá de eso, no sentí mayor cambio hasta que llegó la noche y, como no hacía desde que era una niña pequeña, me acosté en mi cama, me cubrí y me quedé profundamente dormida, despertando a la mañana siguiente cuando sonó la alarma.

Esa primera semana no sentí mayor cambio en mis sensaciones, aunque creo que tampoco les prestaba atención. El mayor cambio fue el sueño, conciliar el sueño con facilidad, lo que me daba mucha más energía; luego del Alprazolam había quedado bastante débil, me sentía muy mal. Pero durmiendo correctamente volvía a sentirme con energía. 

Fue con bastante regularidad al baño durante aquella primera semana, pero como no experimenté situaciones especialmente estresantes, tampoco me encontré sabiendo a ciencia cierta si había funcionado o no. Pero la segunda semana, cuando tuve que presentar un importante examen, estudiando en gran medida los días previos, me di cuenta de que algo estaba cambiando. De hecho me parecía extraño, porque esa sensación punzante y agresiva de que todo iba a salir mal no estaba, sino simplemente el deseo de estudiar y terminar aquel examen. El resultado: una estupenda calificación.

Iformación útil sobre cannabidiol

Quería encontrar información sobre experiencia personal con el CBD de otras personas que sufren trastornos de ansiedad. No encontré mucho, pienso que era una de las razones por las que decidí publicar mi experiencia. Pero, este video me pareció muy útil y lo quiero compartir aquí, –

Seguí utilizando Essential CBD Extract el resto del mes. Luego de la primera semana desaparecieron los problemas estomacales y luego, más que una sensación de bienestar, tenía una agradable sensación de que lo mal en mi había desaparecido. Por una parte era extraño; había vivido tanto con ello que no sabía si era mejor o peor pero, por otra parte, algo dentro de mime decía que esa era la forma en que debía sentirme.

Otra visita al doctor, sigo tomando Essential CBD Extract

Luego de ese primer mes volví donde el médico, que me preguntó cómo me sentía. Cuando le expliqué me sonrió y me dijo que en un principio sería complicado. Que de hecho, no notaría tanto la ausencia de esa terrible sensación hasta encontrarme en verdaderos escenarios de estrés y miedo, donde los podría sobrellevar mucho mejor. Le hice caso y seguí tomando mi tratamiento.

Tenía razón: en el segundo mes, varias veces experimenté varios eventos muy difíciles; me intentaron robar, tuve varios exámenes importantes, discutí con mis padres, bueno, sucedió de todo. pero siempre que pasaba algo así, lejos de generarme la tortura física y mental y que me generaban antes, podía respirar, calmarme y ver las cosas con claridad, con la mente despejada, teniendo total control de mi cuerpo y de mis sensaciones, casi como si me hubiera quitado de encima unas cadenas que me oprimían.

Algo muy similar fueron los meses siguientes; al día de hoy ha pasado más de un año desde que consumo aceite de CBD. Con él he podido mantener una salud física en general y creo que sin ello no hubiera podido estar terminando la universidad en este momento. Me apunté al gimnasio, comencé a cuidar mi dieta y no creo que vuelva a preocuparme nunca más por el pánico o la ansiedad.

Y ahora – cambio al otro aceite de CBD

Hace tres meses decidí probar el aceite de CBD de otra marca, que sea más potente. Lo que pasa es que Essential CBD Extract tiene una concentración de cannabidiol bastante baja y necesitaba tomar muchas gotas para obtener efecto necesario, y eso me resultó bastante costoso. Yo hice un poco de investigación y decidí ordenar un aceite de CBD más potente de la empresa mexicana María Destilada, que comercializa productos de cannabidiol de alta concentración. Tienen aceite de CBD de concentraciones 1000mg, 2000mg y 3000mg, normalmente compro el aceite 2000mg para manejar la ansiedad. La calidad es excepcional, y estoy muy contenta de haber encontrado este aceite.

Así que sino soportas los ansiolíticos, no te sientas mal, siempre hay otra opción. Consulta con tu médico y te darás cuenta de que puede ser una de las mejores decisiones que podrás tomar jamás.